miércoles, 30 de enero de 2008

¿UN PASEO AL MAS ALLÁ?




No es un articulo tétrico y de mal gusto lo que deseo expresarles. Lo que sucede ea que los alcaldes elegidos por nosotros, en su mayoría tienen la particularidad de hacer de nuestra ciudad su feudo ó su chacra donde pueden hacer lo que quieran sobre todo en los espacios públicos que pertenecen a la comunidad, quitándole así su carácter social. Y donde plasman sus huachafos gustos estéticos (¿ó antiestéticos?).Tal es el caso del alcalde de Barranco que sin acuerdo de consejo ni consulta al Instituto Nacional de Cultura, como tengo entendido, está cambiando el diseño del Paseo Chabuca Granda, con la irracionalidad de sacar las bancas que estaban bajo techo y ponerlas a un costado y a pleno sol, franqueadas por esperpénticas esculturas blancas de jarrones con geranios y angelitos sosteniendo sendas garrafas. Así el Paseo parece mas la entrada a un cementerio que un paseo ó alameda para llegar al tradicional Puente de los Suspiros, ofendiendo el homenaje que se hace a nuestra poética cantautora: doña Chabuca Grand. Con el agravante de que el pasaje está en la Zona Monumental de Barranco y aún más en un Ambiente Monumental Historico. ¿Donde están sus arquitectos y/ó asesores artísticos ó culturales que le hagan ver el gran golpe que asestan al buen gusto y sentido común?
Debería haber una Reglamentación en la Ley de Municipalidades donde se contemplen estos casos. Donde cualquier modificación y/ó acción que se realice del espacio urbano sean puestos a consulta y evaluación de los vecinos y sus representantes. Aparte, en este caso, del informe técnico del I.N.C.
Se debe sancionar a quienes agredan visualmente, modifiquen, cambien de uso, hagan escarnio, vendan ó regalen nuestro espacio público quien sabe bajo que escondidas razones é intereses subalternos. Porque en la mayoría de los casos estas acciones se hacen bajo la mesa y entre gallos y medianoche . La sanción debe ser doble si son autoridades elegidas por nosotros y que si los elegimos, lo hacemos para que administren la ciudad con coherencia y respeto por el vecino, consultando cada acción que afecte a la ciudad.